Entrevista de menorca.info a Francisco Ferrer, membre del seminari Taifa en ocasió d’una xerrada recent a l’illa.

¿El colapso del capitalismo es evidente para algunos o para todos pero algunos no lo quieren admitir?

No creo que nos encontremos delante de un colapso del capitalismo, estamos delante de un derrumbe de un determinado modelo de producción, lo que denominamos la globalización neoliberal. Esto supone una crisis muy grave pero posiblemente superable por el sistema capitalista, lo cual no quiere decir que se supere positivamente para las clases populares que vivimos bajo ese régimen económico. Lo que llamamos globalización fue una forma reciente del capitalismo para organizar su sistema productivo a nivel geográfico, a nivel de finanzas, una nueva manera de organización de sus empresas, formas diferentes de gestión y propiedad del aparato productivo y financiero. Por resumirlo en palabras por todos conocidas, sufridas en primera persona: deslocalizaciones, externalizaciones, fragmentación de la producción, crecimiento de los falsos autónomos, precarización, exclusión, privatizaciones, apalancamiento, creciente corrupción… Características de las últimas décadas del milenio pasado que correspondían a una forma concreta de como el sistema capitalista conseguía seguir sobreviviendo pese a sus contradicciones sistémicas seculares. En la historia podemos observar diferentes fases del capitalismo con formas de organización industrial muy diversas, esta que nos tocó vivir sabemos que fue y sigue siendo muy destructiva.

Sin embargo el núcleo del sistema no está cuestionado, su modelo de acumulación de capital, el de explotación del trabajo y el consumismo depredador no está en la discusión social. Tal vez al contrario, se está pidiendo que vuelva el crédito, el consumo y la sobreproducción.

¿Qué ha llevado al colapso?

Desde el principio de la década pasada el sistema productivo había llegado a límites insuperables para poderse autoreproducirse, su propio éxito le llevo a una crisis importante:sobreproducción invendible, exceso de capacidad instalada, creciente precarización que provocaba una sociedad más dual, fallos sistémicos por defecto de inversiones solventes, cortoplacismo de los objetivos y caída creciente de las tasas de ganancia llevaron cada vez a más sectores a perdidas que sólo eran tapadas con nuevos créditos o huyendo de la inversión productiva a la financiera especulativa. Se gestó una enorme burbuja financiera, que es la consecuencia de la crisis real y no la causa como quieren hacernos ver.

¿Cómo podemos salir de esta?

De una crisis del tipo “demasiado capital en la economía” no es fácil salir más cuando el poder fue tomado por el sistema bancario a raíz de los acontecimientos de octubre de 2008, cuando se forzó a los rescates del sistema financiero mundial. A una crisis muy compleja se le une ahora la obligación de salvar todos los bancos, además existen complejas relaciones entre países que tienen incentivos enfrentados. Cuando se imponen condiciones contradictorias los problemas no tienen solución. Crisis similares en la historia fueron “solucionadas” mediante la destrucción de capital instalado en los países centrales, con las bombas de las guerras. Ahora la destrucción se esta haciendo vía recortes.

¿Podemos esperar una salida de los dirigentes actuales?

Todos sabemos que no. Muchos de ellos son la parte esencial del problema y no quieren perder su dinero, poder y fama. La primera etapa de cualquier solución es meter en la cárcel a los causantes de tanto daño social sin ese paso, nada bueno será posible.

Lo preocupante no es que nuestros dirigentes no sean capaces de llevarnos a la salida, es que los ciudadanos tampoco sabemos, la gran victoria del neoliberalismo ha sido implantar su sistema de valores en las poblaciones. En este momento muchos de los jóvenes que salen a las calles de diferentes países ricos piden que el sistema cumpla su parte del contrato social, ellos se han formado y son productivos pero el sistema no puede darles trabajo.

Las poblaciones de los países ricos están pidiendo volver a 2006 cuando tenían trabajos correctos, crédito y consumo. Lo que no recordamos es que en el tiempo de máximo crecimiento de este sistema, se destruía el planeta: desigualdad social mundial, marginalidad interna, desastre ecológico.

¿Qué puede hacer cada persona, cada colectivo, para empujar un cambio?

Encontrar su frente cercano de lucha y colaboración. Desde hace mucho tiempo y en los últimos días más, hay una estrategia del miedo: los mercados, la intervención, organismos mundiales desconocidos por la gente corriente, la pérdida de los ahorros, grupos muy poderosos muy lejanos. Sin embargo se puede demostrar que todos esos grandes poderes sólo viven del valor que generamos en nuestros trabajos diarios.
Aparentemente lejos pero vienen a nutrirse de nuestra producción cotidiana, siendo crisis financieras, de bolsa, de deuda… Su solución son nuestro sueldo, nuestros derechos, nuestra sanidad y educación. Y es ahí, tan cerca, donde los tenemos delante. Es el único terreno para el cambio.

¿Es utópico pensar en un mundo sin las reglas básicas del capitalismo?

Totalmente utópico. En este momento existen cientos de iniciativas que funcionan. Cientos de colectivos que saben funcionar fuera de esas reglas básicas, alternativas que son realidades en montones de lugares y alternativas que personas sabias escribieron sobre el papel y que son bien posibles pero también tenemos cientos de millones de personas que están al margen de todo esto, una alternativa no está ni entre sus sueños.
La historia nos hace optimistas: sólo las utopías han hecho girar al mundo, en este momento la leña está a punto, falta la chispa que no sabemos dónde y cuándo saltará.

¿Es una alternativa válida la refundación del capitalismo que se apuntó en su momento?

La refundación fue un concepto de Sarkozy previo al primer G20, parecía que iban a realizar una gran transformación, la primera acta de la reunión de jefes de estado dejó las cosas muy claras: hacer cambios para no tocar ni un ápice la esencia del modelo capitalista.

¿Cracks como el de Bankia son el síntoma más evidente de la maldad del sistema capitalista?

El crack de Bankia el rescate de España no son nada de importancia, simplemente son una serie de acontecimientos que irán ocurriendo en la cadena de destrucción de una burbuja gigantesca de capitales financiero que son ficticios. Primero fueron los bancos americanos, luego se traslado a los europeos, luego pasó a la deuda de los estados ahora ya es un problema a nivel del euro. El asunto es tan simple como: muchos cientos de millones de dinero que no existe, porque no hay (ni hubo) riqueza real que lo respalde pero sus dueños exigen que les sea devuelto, no me refiero a Bankia sino a la economía global.

En este momento se está utilizando el miedo a perder los depósitos como herramienta de justificar los mayores atropellos sociales, mantendremos los ahorros pero lo perderemos todo.

Font: menorca.info

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